martes, 29 de marzo de 2011

Óðinn, Dios de la Sabiduría.


Óðinn, después de ordenar la tierra y colocar los nueve mundos justo a sus hermanos Vili y Ve como dice la cosmología nórdica, abandonó el Glaðsheimr y fue en busca del conocimiento. Se lo representa como una figura anciana con un sombrero de ala ancha, un largo callado y un abrigo amplio que le cubre por entero; por lo que se le considera Vegtamr o Gagnráðr, el dios de los peregrinos y los caminantes. En dicha Cruzada por el Conocimiento recorrió el mundo para adquirir la sabiduría absoluta y poder así reinar correctamente el universo. En este viaje conoció las razas y los pueblos que plagan el conocimiento, conoció reyes y plebeyos, aprendió de animales y de sabios, estudió los textos antiguos, textos de ciencia, poderes mágicos, el uso de las runas, la adivinación y el futuro.
Famoso es su sacrificio de su ojo derecho ante el Vanir Mimir; Óðinn oyó hablar de los poderes de adivinación de un anciano que se llamaba Mimir y lo buscó, viajó hasta las mismas raíces del Yggdrassill en lo mas profundo del Jötunheim y allí se encontraba Mimir junto a un pozo que servía de sustento al Fresno del Mundo. Negoció con el Vanir adquirir su conocimiento y este solo accedió cuando Óðinn se arrancó su ojo derecho y lo arrojó al fondo del pozo; contento el Vanir con el sacrificio le dejó beber del pozo y adquirir el conocimiento de todos los saberes del universo. Tras esto Óðinn volvió al Valhalla y reinó sobre los nueve mundos. Diariamente Óðinn manda a sus dos cuervos Hugginn y Munnin (conocimiento y memoria) a recorrer el mundo durante el día y a traerle todas las nuevas al atardecer, por ello es que los cuervos son animales sagrados en la mitología nórdica y son muy respetados en escandinavia.

Tiempo mas tarde, durante la guerra que enfrentó a los Æsir y a los Vanir, Óðinn descubrió que Mimir lo había traicionado y lo decapitó con su propia espada y algunas leyendas cuentan que la cabeza parlante de Mimir está en los salones del Glaðsheimr y le predice el futuro.
Los símbolos de Óðinn representan sus dos facetas, dios guerrero y dios de la sabiduría. Así su lanza Gungnir ("la que siempre da en el blanco") es un símbolo del poder de los reyes, se lo representa con la runa Othala, el símbolo del conocimiento y su poder asociado.
Pese a la simbología que rodea a Óðinn, este no era el dios de la guerra (cargo que ocupaba mi bien amado Týr) si no que se lo simbolizaba como el padre de las victorias, pues podía ver el futuro. Su papel primordial es como dios de la sabiduría, el conocimiento empírico, y la escaldica y la adivinación por runas. Su figura de dios guerrero solo es una mala interpretación de los textos rúnicos, pues todos los dioses iban vestidos para la guerra, algo normal en una civilización guerrera como era la nórdica.

La peregrinación de Óðinn sirvió de ejemplo para muchos famosos héroes de las sagas nórdicas y germánicas, en todas las lenguas protogermánicas y derivadas aparecen las figuras de los Guerreros Errantes; así en ingles = wanderer, en sueco = vandraren, en alemán = vandrer, en noruego = vandrigsmannen, etc. Estos hombres abandonaban sus lugares de residencia por cuestiones diversas (normalmente muerte de los padres o rapto) y recorrían mundo en busca de una muerte gloriosa en combate, pero Óðinn cuidaba de ellos y los ayudaba, por lo que acababan convirtiéndose en hombres valientes y sabios. Grupos de viking metal hablan de ellos en canciones o discos, como por ejemplo Ensiferum, Týr, Equilibrium o Amon Amarth.


Estos héroes tenían un semblante triste y amargo, pues su vida había sido una serie de desgracias y malaventuras, sus cuerpos eran un mapa de sus desdichas, vivían de lo que podían y no muchos sobrevivían. Estas solitarias y desdichadas figuras fueron y siguen siendo motivo de admiración por muchos (me incluyo) por el doble sentido de las Sagas: el conocimiento es poder, pero también es dolor; y nunca es gratuito.

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